Por que realmente admiro a esas personas que arrancando de la nada supieron crear una empresa, y que la pelean a diario para hacerla crecer. Siempre le encontré una magia especial. El poder de transformar las cosas.
- He atendido viveros en San Pedro. Es increíble como se puede vencer al clima, al frío, a la granizada, y fundirse por problemas de cobranzas.
- He visto agropecuarios en Baradero perdiendo plata por comprarse la cosechadora que el concesionario «le vendió» y que «les quedaba grande».
- He atendido industriales, en Campana, Zárate, Pacheco, realmente prolijos y meticulosos al desarrollar un producto, o diseñar un montaje en planta y sin embargo correr a diario para cubrir el banco.
- También he visto como desde los bancos ofrecíamos al cliente el producto que teníamos, o nos sumaba al presupuesto del momento en lugar del que necesitaba.
- Querer comprar un torno nuevo y vender cheques
- Necesitar financiar ventas y tomar un préstamo de mediano plazo.
- Con el adagio de que «el dinero es fungible» se justifica todo.
Y la verdad es que más de una vez he sentido, ¿cómo decirlo? ¿Bronca?
¿Cómo alguién que crea una pyme, o lucha contra el clima, o diseña una solución, ya sea desde un repuesto a una planta, puede verse derrotado frente a una planificación financiera, un excell, un formulario de banco, o unas planillas de IVA que le piden?
Porque no es lo suyo. No es lo que le gusta. No creó una empresa para ello.
Pero en cambio, todo eso, SI es lo mío. Y por eso quiero ayudarte con lo que a mi me gusta y sé hacer.
Porque la misma rigurosidad, meticulosidad y constancia que aplicás a diario a:
- realizar un injerto
- controlar un proceso de ordeñe
- diseñar una ruta para transportar un carretón con una máquina de gran porte
- revisar la calidad de una soldadura
Puede y debe ser aplicado al control financiero, la gestión de los equipos, la calidad de atención al cliente o la planificación estratégica.